jueves, 19 de mayo de 2011

VIVIR SIRVIENDO


Juan 13,16-20



Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: "El que compartía mi pan me ha traicionado." Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy. Os lo aseguro: El que recibe a mi enviado me recibe a mí; y el que a mí me recibe recibe al que me ha enviado.»

 

El seguimiento de Jesús no es cuestión de categorías, de ser uno más que otros. Es cuestión de estar al servicio de los demás, desde lo que Dios nos ha regalado. Desde nuestras propias cualidades y habilidades. Todo lo pongo al servicio del otro, hasta mi tiempo. ¿Consideró que hacer algo por otro merece la pena? ¿Cómo me preocupo de los otros? ¿Esto da sentido a mi vida, a lo que soy?
Y esto desde la misma experiencia de Jesús. El vivió cumpliendo la voluntad del Padre. ¿Qué es lo que Dios quiere de mi vida?  



Jesús,
Tú nos enseñas un camino
Pero nosotros no queremos
ser menos en el seguimiento.
Y nos dejamos llevar por nuestros intereses,
nuestras preocupaciones.
Jesús haz  que cada día este más disponible,
que ponga mis cualidades en juego
para construir el reino que tú Jesús deseas.