miércoles, 7 de diciembre de 2011

En aquel tiempo, exclamó Jesús:
- «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Mateo 11, 28-30



El evangelio de hoy nos invita a mirar nuestra propia vida y analizar cómo estamos viviendo en este momento.
En estos momentos las cosas no son fáciles. Experimentamos dificultades, cansancios en todos los ámbitos de de vida.  Las relaciones con los demás, los fantasmas que nos invaden y nos hacen ver una realidad que no existe.
Experimentamos el cansancio, los agobios... ¿qué hacer? Podemos olvidar,negarlo...
Pero Jesús nos dice: "Aquí estoy". Se pone delante  y se ofrece como camino de liberación. Él nos libera de todos nuestros cansancios y agobios.
Si aceptamos su ayuda, su propuesta nuestra vida encontrará tranquilidad y paz.
Vengo a  ti, Señor Dios.
Cansado, herido, maltratado.
Nada tengo para darte.
Solo mi flaqueza.
Y la certeza confiada de que
siempre me acogerás.
Que siempre me curarás.