jueves, 2 de junio de 2011



Juan 16,16-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver.»
Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de "dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver", y eso de "me voy con el Padre"?»
Y se preguntaban: «¿Qué significa ese "poco"? No entendemos lo que dice.»
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: "Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver"? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.»

 

En el evangelio de hoy Jesús parece jugar con el concepto de tiempo: “dentro de poco…”, “poco más tarde…”. Nosotros, como los discípulos, nos preguntamos también qué quiere decir ese “poco”. Porque hay un tiempo largo y un tiempo corto. No es el mismo tiempo el que mide el reloj y el que percibe nuestra psicología. El tiempo de vacaciones suele ser más corto que el transcurrido en el hospital. En la vida de cada uno de nosotros los tiempos de “pasión” se hacen mucho más largos que los de “pascua”. No contamos con una medida universal que compute con exactitud los adjetivos temporales “corto” y “largo”.
¿Qué respuesta da Jesús la pregunta de los suyos sobre el devenir temporal? Su respuesta se reduce sencilla y llanamente a una promesa: “Vuestra tristeza se convertirá en alegría”. El presente de amargura y desconsuelo de ahora desembocará en un futuro feliz y pleno.
Jesús nos invita en este evangelio a mirar más allá para vivir con sentido el más acá. Ello nos da fuerza para entender, resistir y afrontar los tiempos recios de las pruebas de la fe: la contradicción generalizada, el sinsentido pasajero, las derrotas parciales, los fracasos aparentes,…


Espíritu Santo,
Espíritu de Jesús,
alienta nuestras fuerzas,
sosténnos en las dificultades,
ayúdanos a discernir...
que los conflictos
no nos inmovilicen,
¡hay que seguir andando
en la Causa de Jesús!
Enséñanos,
a vivir tras los pasos de Jesús.
Muéstranos
cómo hacer hoy presente
los valores y opciones
del Reino de Jesús.