09 marzo Miércoles de Ceniza.
Mateo 6, 1.6.16.19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos....; ....cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;....
... tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas,.....
Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre,...
....tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, ....
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensara.»
Muchas veces hemos oído estas palabras” Jesús dijo…”. Hoy comenzamos la Cuaresma. Iniciamos con esta invitación: escuchad la Palabra que Jesús dirigió a sus discípulos y a sus seguidores. Palabra que dijo también para nosotros.
Jesús tiene cosas importantes que deciros. Este tiempo de preparación hasta la Pascua es un tiempo hermoso para escuchar con el corazón las invitaciones que Él nos hace. ¿Quiero abrir mi corazón?
El Dios en quien creemos no es mudo. Le agrada hablar con nosotros. Y cuando habla, no pierde tiempo en conversaciones inútiles; habla de lo que es importante para Él: de nuestra felicidad. Todo lo que nos dice es decisivo para vivir una vida feliz y llena de esperanza. Es, pues, muy sensato abrirle nuestros oídos y a vida.
Oración:
Señor, aquí estoy, al comenzar esta Cuaresma.
Quiero abrir mis oídos. Deseo que tu Palabra
toque mi corazón, para que cambie
el rumbo de mi vida y haga renacer
la esperanza y la alegría.
Señor, aquí estoy, al comenzar esta Cuaresma.
Quiero abrir mis oídos. Deseo que tu Palabra
toque mi corazón, para que cambie
el rumbo de mi vida y haga renacer
la esperanza y la alegría.
