jueves, 24 de marzo de 2011

QUE LES ESCUCHE


24 de marzo de 2011

Lucas 16, 19-31


En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico. Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas. Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó: "Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas." Pero Abrahán le contestó: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces. Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros." El rico insistió: "Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento." Abrahán le dice: "Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen." El rico contestó: "No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán."
Abrahán le dijo: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto."»

Al leer el evangelio nos podemos preguntar:
¿merece la pena perder, gastar la vida por los demás?
Pero en el día a día nos empeñamos en seguir haciendo lo que nos apetece y continuar encerrados en nuestro egoísmo y sin amor. “Es que Dios no se deja ver”. “No sé lo que Dios quiere de mí”. O podemos pensar simplemente que no le necesito.
Pero es hora de reconocer y ser honesto de que dios no falla con su palabra y su presencia. Él nos está hablando continuamente: en la Palabra, en la comunidad, en el grupo, en los amigos, habla a través de la belleza de la creación; siempre habla. No está callado.
Tal vez somos lo que somos o fingimos ser sordos.
¿Cómo descubrir, escuchar a Dios hoy? ¿qué quiere de mi?


Oración:
Jesús,
Son muchas las cosas
que me impide escucharte y descubrirte.
Quiero eliminar esos ruidos
 que no me deja escuchar tu voz.
Quiero limpiar mis ojos
de toda la oscuridad
que no me deja ver tu luz y tu belleza.
Háblame,
Quiero escucharte hoy.