jueves, 19 de abril de 2012

... PORQUE DIOS DA EL ESPÍRITU SIN MEDIDA. Jn 3, 31-36


El Dios en el que creemos es un Dios que se da mi mirar, sin controlar, sin pedir nada a cambio...

En nuestra sociedad todo está medio, etiquetado, reglamentado, contado, pesado...

Con Dios, después de la resurrección, la relación es otra. Dios nos ofrece el espíritu de Jesús resucitado... sin medida. Sin condiciones. Sin limitación. Sin ahorrar. Se nos ofrece el Espíritu que animaba y fortalecía a Jesús. ¿Estoy dispuesto a reconocer y dejar que este Dios entre en mi vida? ¿Estoy dispuesto a vivir de otra manera? El Espíritu que Dios nos da nos invita a darnos de la misma manera: sin medida.

Todo puede acontecer
cuando me acerco a Ti,
Dios que amas sin medida.
Mi corazón puede volver a acariciar.
Mis palabras amargas
pueden convertirse en dulces.
Mis pies desorientado
pueden volver a tu senda.
Las lágrimas
pueden convertirse en gozo.