miércoles, 18 de abril de 2012

DIOS AMÓ TANTO AL MUNDO, QUE LE ENTREGÓ A SU PROPIO HIJO.. Juan 3,16-21


Ante esta frase nos podemos preguntar: ¿Tengo miedo de Dios? A mucha gente le ocurre eso.

Hay muchos que creen que están con Dios como en un negocio, con deberes por ambas partes..., y tienen miedo de no estar a la altura de lo que propone Dios. Otros no se plantean nada.

Dios nos invita a entrar en su dinámica. La lógica del amor total. Da sin pedir nada a cambio. La Pascua nos enseña esto: Cristo murió por nosotros, resucitó por nosotros; es amor que se da totalmente y que no muere jamás. No tiene vuelta atrás.

¿Estoy dispuesto a dejarme guiar por este amor'? ¿¿Vivir para los demás?

  

Señor, que viniste al mundo par amarnos,
haz mi corazón libre para ti.
Quiero poder acoger
tu amor permanente, insistente,
más fuerte que la muerte.