miércoles, 21 de septiembre de 2011

 Mateo 9,9-13

En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»

Al leer el evangelio de hoy nos podemos hacer varias preguntas: ¿quién me mira en mi vida? ¿Qué es lo que me están pidiendo con esas miradas? ¿Me dejo mirar?
Sentirse mirado es ponerse en camino. Dejar una vida para comenzar otra nueva. 
¿Qué es lo que Jesús me puede pedir hoy? .
Seguro que en nuesta vida hay  cosas que tienen que cambiar, que nos dejan insatisfecho y nos gustaría que fuera de otra manera.

Jesús viene para los pecadores, para aquellos que en la vida esta necesitados ue un nuevo impulso.

Que hoy nos dejemos mirar por él.  ¿qué me quiere decir su mirada hoy?